Supermaño escribió:mister escribió: Igual tenemos que dejarnos de bailarinas y pensar en gente con hambre, que tenga que hacerse un hueco en la liga. Sule nos deja, pero es el perfil en que nos tenemos que fijar. Ganadores que no quieran perder ni a las canicas y que trabajen para ser mejores cada día.
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Quien iba a decir que Dubjlevic, AJ, por decir un par, no tuviesen ese carácter ganador. Sigo pensando que este equipo da para más, no se cual es la clave pero no me creo que con estos jugadores, o con la mayoría de ellos, no se para más.
Justo es reconocer que, en principio, el club no lo había hecho mal (la gestión ya a lo largo de la temporada ha sido otro cantar). Había ido renovando antes de vencimiento a los jugadores importantes y trabajado en las nuevas incorporaciones. Teníamos una buena plantilla a disposición del entrenador deseado.
No obstante, ha faltado algo que hay que buscar urgentemente, y es un líder. Trae es un jugador excelso que asume la responsabilidad en los momentos complicados pero de forma muy individual. Sule es un trabajador nato e incansable pero no es de los que pueden tirar del grupo.
Contábamos con dos candidatos. Un Yusta que se ha visto completamente eclipsado y que no ha sabido sacar carácter. El Santi que se echaba al equipo a la espalda cuando el cielo oscurecía, al que le salían las cosas y te llevaba a la victoria o nos terminaba de enterrar, pero que contagiaba a sus compañeros. Sin ser un gran defensor en el cuerpo a cuerpo, sí iba a la anticipación en el robo, levantaba al público con sus gestos,...
El otro es Dubi. Un tío que ha llevado a un equipo / club tradicionalmente negado en los momentos decisivos a ganar una Liga y dos Eurocup. Mira que ahora le han vuelto a entrar los triples y ese semigancho característico suyo pero ves que su incidencia en el juego cada vez es mejor (cuando tras su lesión veía el aro cuadrado, al menos repartía juego, acudía al bloqueo...). De un jugador de su categoría esperas que en partidos como el de ayer sea capaz de conjurar al equipo, convocar algún corrillo... Pues nada.
Dos enormes decepciones bajo mi punto de vista.
